1. No soy un serial killer
John Wayne Cleaver tiene 15 años y sabe que es diferente. Pero no porque
sólo tenga un amigo ni porque ayude a su madre en el depósito de
cadáveres. John es un sociópata que reconoce en sí mismo los clásicos
signos de ser un incipiente asesino en serie.
Para no hacer daño a
nadie, John se ha creado un conjunto rígido de reglas para controlar su
naturaleza más oscura y tener una vida normal. Pero cuando empiezan a
haber una cadena de horripilantes asesinatos en su ciudad, John
utilizará sus conocimientos sobre los asesinos en serie para investigar
quién tiene aterrorizado el vecindario.
Sus pesquisas le llevarán a
descubrir el asesino: su vecino. Éste no sigue el patrón de un asesino
en serie porque es un ser sobrenatural que mata porque necesita órganos
de otros seres para seguir viviendo. Entonces John decide que si quiere
pararlo, tendrá que romper con sus propias reglas y convertirse en
asesino también.
2. Mr. Monster
«A
mi lado oscuro lo llamo Mr. Monster. Pienso en muchas cosas terribles y
me es más fácil asumir esa faceta de mí si finjo que se trata de otra
persona: no es John quien quiere cortar a su madre en pedacitos, ése es
Mr. Monster. ¿Entiendes a qué me refiero?» Una nueva amenaza acecha
Clayton: algo o alguien está atacando otra vez a sus ciudadanos. Sólo
John sabe que no puede ser el asesino del pasado, porque él mismo acabó
con él. Y además el nuevo monstruo sabe cosas...
3. No quiero matarte
En
las dos primeras entregas de la trilogía, John Wayne Cleaver se había
convertido en asesino de asesinos: él solo consiguió resolver dos casos y
parar a los demonios que atemorizaban Clayton. En No quiero matarte,
John vuelve a enfrentarse con el mal, pero esta vez le ayudará Marcy,
una de las chicas guapas del instituto que se ha convertido en su nueva
amiga. Juntos deberán resolver la gran duda: ¿cuál es la fuerza maligna
sobrenatural que está arrastrando con las jóvenes?
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